Desde aquel susurro de vida,
desde que pronunciaste mi nombre,
desde el primer beso,
desde los primeros abrazos.
Y también, desde aquellos diálogos,
que buscaban poner orden
en las cosas que hacía
(o dejaba de hacer).
Desde siempre
y para siempre,
en tu día,
en tus días,
no existe la forma
de expresar lo que siento…
O, quizá si la hay,
cuando te digo
que estoy aquí contigo,
como lo has estado,
siempre.
Siempre,
cuenta conmigo,
en tu día,
en tus días
(cuenta conmigo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario