Hoy la pena,
me ganó la batalla,
encerró en una celda
mi ilusión y mi alegría,
venció mi esperanza,
y puso en la cima de mi vida,
su bandera amarga.
Hoy la pena,
me recordó,
que de mi no se aleja,
que aunque ella duerma,
volverá cuando quiera,
cuando menos la esperas,
cuando feliz te encuentras.
Hoy la pena,
visitó mi puerta
y dejó un mensaje claro:
"de mi, no te alejas".
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