El sentía,
que ella a su vez,
tenía la razón…
debía alejarse,
dejarla hacer su vida,
y no interrumpir sus días,
no truncar sus sueños,
no detener su alegría.
El sentía,
que con eso,
la vida terminaba,
y terminada de pronto
el deseo de vivirla así,
intensamente con ella.
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