Vine por un beso,
y terminé entregando
el corazón y la vida,
la pasión y los sueños,
la eternidad del abrazo,
la profundidad de tu cuerpo.
Vine por un beso,
y ya llevo años,
descansando en tu regazo,
compartiendo tu cama,
entregándote un amor
que no acaba con el día,
que no termina en la noche,
que empieza en el alba,
y lleva años ya,
sin conocer la calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario