No hay que ser muy inteligente ni muy ilustrado para darse cuenta que donde hay más trabas, regulaciones, controles, impuestos y licencias hay mayor pobreza.
Carlos Ball
Grandes obras,
grandes anuncios,
nunca la Patria tuvo tanto,
nunca se ha hecho tanto por todos,
nunca de los nuncas ha sucedido esto.
Grandes obras,
grandes gastos,
grandes contratos,
grandes nóminas de trabajo.
Nunca antes,
la burocracia ha crecido tanto,
y el gasto corriente del gobierno,
es un peso que se arrastra,
que no se avanza,
que dificulta el camino,
que lo hace complejo,
que lo convierte en dañino.
En tiempo de bonanza,
debes ahorrar la plata,
debes distribuirla mejor,
debes enseñar a pescar
y no regalar el pescado,
debes enseñar a trabajar,
a producir,
a generar riqueza para todos,
y no enseñar a mendigar,
a recibir dinero sin trabajar.
Por qué pensar que el generar riqueza,
que el saber progresar honestamente,
que el ser empresario o emprendedor,
pequeño, mediano o grande,
¿es algo malo?, ¿o debe castigarse?.
Por qué no fomentar el progreso,
el éxito de todos,
que todos tengan oportunidades,
que todos puedan triunfar,
que a nadie se lo tilde de cualquier cosa,
solo porque tiene dinero y ha tenido éxito.
Que los que roban y se enriquecen
de forma y manera ilícita
vaya pronto a la cárcel,
pero aquellos que con el esfuerzo diario,
con el trabajo familiar y de hermanos,
construyen día a día un proyecto de vida
con beneficio social,
¿por qué deben ser descalificados?,
cuando algunos funcionarios
llenan a manos llenas,
sus bolsillos camuflados,
con dineros del estado,
que son dineros públicos,
que son dineros de todos,
que son parte de nuestro esfuerzo,
que nos cuesta ganarlo,
día a día, hora a hora,
en cada mes del año,
no como ciertos funcionarios,
que de la noche a la mañana,
son millonarios,
y se transforman en lo que son,
seres despreciables,
ladrones de cuello blanco,
supuestos servidores,
supuestos salvadores.
Grandes obras,
grandes gastos,
grandes atracos al Estado,
denuncias de corrupción,
juicios a medios de comunicación,
promesas sin cumplir,
el medio ambiente amenazado,
la burocracia del estado,
crece y crece sin cesar,
y a ello hay que sumar,
un cruel endeudamiento sin par,
y como no hay más dinero,
como el dinero se acaba,
es momento de presentar,
otra reforma tributaria nacional,
que acabe con la innovación,
que golpee a los emprendedores,
que brinde dinero fácil,
para pagar el costo,
del gasto del gobierno nacional,
una reforma incompleta,
que se anuncia y no se ejecuta,
que contribuye a especular,
que influye sobre la inflación,
de una sociedad que ya no puede más,
de unos ciudadanos que han renunciado
ha tener éxito hoy,
porque primero hay que salvar,
el honor de la patria y la sociedad en general.
La imposición de los impuestos,
la estrategia barata,
la salida inadecuada,
que intenta disfrazar,
el ansia por el dinero de los demás.
La imposición de los impuestos,
es la única salida,
cuando están comprometidas
las cuentas del Estado…
¿hasta cuándo dura esto?,
hasta que tu lo permitas,
hasta que digas ¡basta!,
hasta que te indignes,
hasta que pidas cuentas,
hasta que las exijas.
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