"Todos creemos en el país, lo que no se sabe es
si a esta altura el país cree en nosotros."
Cada día,
cada hora,
cada momento que pasa,
la corrupción avanza,
disfrazada, enmascarada,
de gestión política,
de viveza criolla,
de dueña y señora
de la voluntad de personas.
Que juraron servir al país,
y terminaron sirviéndola a ella,
a la corrupción descarada,
que se apodera de corazones,
que se apodera de almas,
serviles y abyectas,
en todo momento dispuestas,
a servir al poder,
a olvidarse de servir,
de ayudar y atender,
a quienes en este país,
se suele llamar “pueblo”.
Mientras esto pasa,
el común de las personas,
se sume en un letargo,
en un sueño,
en adormilamiento,
de la voluntad,
de la capacidad de opinar,
de la capacidad de protestar,
de la libertad de proponer,
de la obligación de construir,
de la necesidad de levantar la mano,
para decir ¡basta!,
para decir ¡ya no más!,
para gritar ¡fuera!,
a los que roban,
a los que mienten,
a los que abusan,
a los que estafan,
a los que se enriquecen,
de los bienes y los fondos públicos,
de los planes de desarrollo,
de las ilusiones y las esperanzas,
de un electorado
demasiado tranquilo,
que inmóvil asiste,
día a día,
hora a hora,
a un ejercicio de poder,
casi a todo nivel,
manchado de denuncias,
acusado de atracos,
a los fondos públicos,
y que nada pasa,
porque la justicia tímida,
le tiene miedo al poder,
que día a día recrimina,
que tiene una campaña permanente,
para decirle a la gente,
que la justicia no sirve,
que hay que cambiarla,
y que quien debe hacer los cambios,
son los mismos,
que de una u otra forma,
están denunciados,
de robos, atracos y estafas.
Despierta del letargo,
¿no te das cuenta?,
¿no has reflexionado?,
que esto que pasa,
que lo que está pasando,
es porque nada nos importa,
porque hemos bajado las manos,
porque nos hemos allanado,
a que las cosas sean así,
por que se supondría
que así deberían ser,
y que nada se puede hacer,
o que “lo hagan otros”.
Despierta del letargo,
tu voz es importante,
tu protesta es vital,
tu rechazo es fundamental,
para que los del poder,
se enteren de una buena vez,
que con nosotros no se juega,
que somos seres pensantes,
que nos damos cuenta de su juego,
que no vamos a permitir,
que el ejercicio del poder,
sea para beneficio particular,
para beneficio de unos cuantos,
que disfrazados de funcionarios,
destruyen el presente y el futuro,
tuyo, de tus hijos, de tus vecinos,
de tu gente, de tu país,
de todos los que quieres y amas.
Despierta del letargo,
súmate a una objeción moral,
contra ese terrible mal,
que se llama corrupción,
que ya no queda institución,
donde ella no haya ganado,
las voluntades de aquellos funcionarios
que se dicen servidores del pueblo.
Despierta del letargo,
súmate a la desobediencia civil,
a la condena y al rechazo,
contra un ejercicio de poder,
ineficiente, corrupto y por demás inepto,
al servicio de intereses extraños
y no al servicio ciudadano.
Despierta del letargo,
no tengas miedo a protestar,
a levantar tu voz de rechazo.
Súmala a otros,
para que el poder,
esté al servicio de la gente,
para que los que roban
los bienes del Estado,
sean castigados,
y que sirva de ejemplo,
para los que vendrán
y que intentarán
convencerte de darles el poder,
porque ellos sí,
harán las cosas bien.
Despierta del letargo,
despierta… haz algo.
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