Nosotros pedimos lo que necesitamos,
ellos nos dan lo que quieran
y todos lo llamaremos "democracia"
Ya decía el poeta,
que a esta tierra,
seres extraños llegarán,
lo que jamás imaginó,
es que esos seres extraños,
a ella la gobernarán,
bajo el título de hijos suyos,
y con el voto popular.
Pero la ciudad,
no ha recibido,
dedicación y cuidado,
por el contrario,
cada día que pasa,
el desorden y el caos,
se apoderan
de la ciudad del olvido.
Las calles y veredas,
destrozadas y sin mantenimiento.
El tránsito caótico y desbordado,
las ventas ambulantes descontroladas.
Parece que de a poco,
la tierra mas linda de la tierra,
se convierte en una ciudad olvidada,
como si ya se hubiese hecho bastante,
como si la culpa la tuviesen otros.
Y los ciudadanos,
también colaboramos
con el caos y el desengaño,
entregado los votos,
si asumir el efecto
de una elección sin respeto.
Colaboramos con el caos,
cuando de pronto olvidamos,
que podemos organizarnos,
exigir ayudas,
pero ayudar también a cambiar,
una realidad
que sobre todo es de todos
y de nadie en particular.
La ciudad del olvido,
que sin previo aviso,
se queda sin combustibles,
porque desde lejos se cree,
que esa es la mejor forma
de detener el contrabando.
Ante ese abuso,
la ciudad del olvido,
carece de defensores,
que callados se quedan
ante las disposiciones
de sus superiores,
olvidando que como representantes,
como autoridades civiles,
se deben a sus electores,
a aquella ciudad,
a aquella población
que les dio la oportunidad
de estar donde están.
La ciudad del olvido sin agua,
eterna batalla,
eternas llamadas,
eternas quejas,
eternos reclamos,
y aunque se diga
que la culpa es de otros,
ya pasan los años
y es su obligación
arreglar el daño,
ordenar las cosas.
Una ciudad sin agua,
es una ciudad sin vida.
La ciudad del olvido,
pronto sin poder comunicarse,
pues está por cerrarse
el único aeropuerto que tiene,
nadie sabe cuánto tiempo
durará esto…
nada importa la gente,
los negocios,
la imagen de la ciudad,
los esfuerzos por quererla posicionar
como destino turístico nacional
y por qué no, internacional.
La ciudad del olvido,
a veces sin gas,
y entonces la gente
para compra a la reventa,
para poder tener
un poco de gas para cocinar.
No lo sé…
son tantas cosas,
que pierdo la cuenta,
porque aunque intento ver
alguna cosa buena
mirar la querida ciudad
esa que tanto amo,
y la veo en el olvido,
pisoteada y burlada
por quienes el pueblo,
les entregó el deber
de ordenarla,
ponerla bella
y hacerla crecer
para bien de todos,
para esperanza
de un futuro…
que por momentos
se diluye.
La ciudad del olvido,
solo volverá a ser,
la tierra mas linda de la tierra,
cuando decidamos todos juntos
hacer algo por ella.
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