viernes, 6 de junio de 2025

Una necesaria armonía

Los corazones humanos no se unen sólo mediante la armonía. Se unen, más bien, herida con herida. Dolor con dolor. Fragilidad con fragilidad. No existe silencio sin un grito desgarrador, no existe perdón sin que se derrame sangre, no existe aceptación sin pasar por un intenso sentimiento de pérdida. Ésos son los cimientos de la verdadera armonía

Haruki Murakami

Nos aquejan,

como colectivo y sociedad,

muchos males y complejidades.


Rodeados de la irresponsabilidad,

de algunos encargados del poder,

sufrimos por la carencia

de actividades y servicios

fundamentales para la vida:

salud, educación, justicia,

cuidados físicos y mentales.


Una gran cantidad de ciudadanos,

en diversos lugares del mundo,

se encuentran presos,

en regímenes o condiciones

de supuesta libertad y democracia.

O, son presos,

de cruentas guerras y matanzas,

que se cobran vidas inocentes

enriqueciendo egos y billeteras.


Ciudades y poblaciones,

grandes o pequeñas,

están a merced de improvisados en el poder,

que olvidaron la palabra “servicio”,

que la cambiaron por “sacrificio”

mientras cultivan su propio ego

al sonido de voces de sirenas,

de sus propias huestes

que les cantan las mentiras

de supuestas glorias y alabanzas.


Si bien nos unen,

lazos de familiaridad,

de lugar natal, de historia,

de costumbres y vivencias.

También nos une

el dolor y la desgracia

del abandono, la violencia

y la inoperancia

de quienes tienen la responsabilidad

de cuidar lo que es de todos,

lo que sirve a todos

lo que servirá a los que llegan,

y los que están por llegar.


No logramos armonizar,

a pesar de las desgracias.

Estamos solos, desunidos y dispersos,

lanzando quejidos al viento,

cada día… todos los días.

¿Cuánto dolor deberá pasar,

para que podamos entender

que solos, no lograremos,

hacer frente a los complejos frentes

que nos aquejan.


Más allá de las diferencias,

de las creencias,

de las prácticas,

de las visiones,

de las percepciones,

de nuestras diversas realidades,

la única forma de hacer frente

y transformar las condiciones

que hoy componen cada realidad,

es pensar y actuar 

de forma colaborativa,

solidaria, tolerante, respetuosa,

responsable y humana,

es decir: armónica.

Nos necesitamos juntos,

nos necesitamos armónicos,

nos necesitamos humanos.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Realidades que tal vez pasarán a la historia sin ser nombradas, saludos Robertito

Anónimo dijo...

La fragilidad humana es tan espectante que a lo mejor ; Roberto no tengamos eco.

Zoila Isabel Loyola Roman dijo...

No cesemos en nuestra labor diaria por la reivindicación plena del ser humano: un espíritu justo, libre en su proceder, veraz en su palabra y amoroso en su esencia. ¡Esa es nuestra causa, ese es nuestro deber y nuestra esperanza