Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño,
por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre
Gabriel García Márquez
Solamente
cuando su partida llega,
te das cuenta de que la vida
cumple sus ciclos,
de forma inexorable.
Solamente
cuando su partida llega,
recuerdas los momentos,
que conectaron por siempre
esa relación con papá.
Es verdad
que pasó de ser héroe,
a héroe criticado.
Que nos molestamos con él,
y también que él jamás,
soltó nuestra mano,
más allá de lo que hagamos.
Papá no está,
en la física forma
en la que lo conocimos.
Hoy toma otra forma,
que vive en nuestro corazón.
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