¡Cree! ¡Espera! Siempre habrá una salida,
siempre brillará una estrella
Charles Chaplin
El menú estaba listo,
para escribir
sobre la amargura de los amargados.
Sobre aquellos desgraciados
que no solamente viven
siendo infelices,
si no que deben hacer lo imposible
para hacer infelices
al que se cruce por su lado.
Esperaba escribir
sobre su amargura que amarga,
sobre su envidia que daña,
sobre su ambición que acaba,
con la ilusión y las ganas,
frente a los que algo quieren hacer
en medio de un mundo atrapado
en medio de tanto farsante.
Y de pronto,
en la puerta de casa,
aparece un alma joven
con la que converso
comparto, hablo, escucho y siento
que la amargura de la que hablaba
es una falsa alarma,
una especie de fantasma
que viaja en el tiempo
intentando atemorizar
a los que se cruzan
por su camino.
Hay leyendas que cuentan
historias de gentes amargadas
que nunca lograron superar su amargura
y que buscan en su desgracia
amargar la vida de los demás.
Al final,
el día termina escuchando
a una poderosa alma joven
llena e ilusiones e inquietudes,
de un bagaje amplio,
a pesar de sus pocos años,
que me devuelve la esperanza,
para saber creer,
creer en nosotros, creernos capaces,
a pesar de los amargados.
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