Celebraciones anticipadas,
acusaciones varias,
dedos que acusan,
sonrisas que se burlan.
Funcionarios públicos,
que en horas de trabajo,
se dedican a alterar el orden,
el proceso de escrutinio,
empujones, insultos,
amenazas y disturbios.
Ese es el primer resultado
de la consulta que hizo el Estado,
cuyos resultados,
han sorprendido a propios y extraños.
El gobierno anunciaba y anuncia
una victoria aplastante,
y las colecciona todas
pera restregar en las caras
de la oposición que lo acosa.
Pero parece ser,
que el cheque en blanco,
que pedía al pueblo,
vino escrito, vino con un mensaje,
que debe leerse en calma,
que debe analizarse en silencio,
que debe sopesarse y pensarse.
No puede la clase política en el poder
decir que cuando gana,
es el pueblo el que la respalda,
pero que cuando pierde,
ese pueblo se ha “derechizado”,
ese pueblo se ha convertido en “pelucón”,
que ese pueblo ha sido “manipulado”.
Esa es una forma de despreciar,
de desmerecer, de ignorar,
que hay un electorado
que entiende y va entendiendo,
que su voto, es importante,
que su opinión cuenta,
que sabe expresarse,
que no se come los cuentos
de campañas millonarias,
que repiten a los cuatro vientos
las obras que se han hecho,
no como favores sino como obligación,
de este y de todos los gobiernos.
Y mientras los votos se cuentan,
en medio de peleas y reyertas,
también se cuentan día a día,
los robos, los asaltos,
los actos de corrupción,
la precaria atención en salud y educación,
el aumento de las importaciones,
la ausencia de apoyo al empresario,
pequeño, mediano o grande.
Lo que importa en la agenda del gobierno,
son las leyes, los concursos públicos,
las reformas de todos los poderes,
el fortalecimiento de una imagen,
de una sola persona,
como salvadora del país,
como profeta y rey,
lejano cada vez más
a una realidad compleja,
que reclama el final
del discurso de la violencia,
que exige evaluar,
al funcionario público en general,
a las mafias del poder,
a las familias en el poder.
Sería lamentable,
que las cosas no cambien,
que los malos funcionarios,
dejen sus puestos,
para ocupar otros,
con mejores sueldos,
como premio a su incapacidad
y como burla a la ciudadanía en general.
Sería lamentable,
que el resultado de la consulta,
pase sin mayor análisis,
que solo se cuenten
los votos a favor,
como si solo ellos
tuvieren valor,
que se dejen de lado
los votos del no,
los votos nulos,
los votos en blanco,
y se disfrace una victoria,
por demás forjada.
Para mi el resultado,
es de confianza,
de que como electorado,
podemos cambiar las cosas,
podemos exigir,
podemos pedir.
Hay que estar vigilantes,
las campañas que manipulan,
no han terminado,
las campañas que manipulan
siguen en los medios incautados.
Que nadie desmerezca,
que nadie desprecie,
nuestra capacidad de disentir,
de expresar, de decir,
que no estamos de acuerdo
o con todo, o con una parte del todo,
y no por ello seamos terroristas,
o como quieran llamarnos
desde el gobierno.
Un pueblo soberano,
se respeta y se hace respetar,
depende de él sobre todo,
depende de nosotros,
hacer sentir nuestra voz.
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