No hay mejor cosa,
que mirar el amanecer,
desde tu cuerpo sin ropa,
desde tus ojos cerrados,
desde tu corazón en descanso.
Y luego,
cuando empieza el día,
vivir la vida,
sabiendo que una y otra vez,
veré el amanecer
desde tu cuerpo sin ropa,
desde tus ojos cerrados,
desde tu corazón en descanso.
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