sábado, 16 de octubre de 2010

Para mi Mary adorada

Las lágrimas corrían
por las mejillas de mi alma
al verte ahí,
casi una mujer,
toda belleza, candor y alegría.

Los años pasan,
y ayer los recordé a todos,
al mirar tus fotos,
tu crecer como persona.

Solo quiero una cosa para ti:
que seas feliz,
y haré cuanto pueda
para que eso… sea realidad.

No pierdas nunca la inocencia,
no dejes nunca de reír,
recuerda: el amor toca a tu puerta,
solo para hacerte feliz.

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