jueves, 7 de octubre de 2010

La Patria... en mil pedazos

La violencia es el miedo a los ideales de los demás


Bastó el detonante de la intolerancia,
para que la pólvora del miedo
se encienda toda en el cielo.
Llegó la gota que derramó el vaso,
y que puso de manifiesto
que la Patria no era un todo,
que estaba dividida
y que aún lo sigue estando.

Impotente observaba
como en pocas horas,
lo que pudo ser resuelto
por el camino del diálogo y la paz,
terminó en manos
de la infamia y la intolerancia fatal.

En pocas horas,
la idea de un Estado diverso,
complejo pero unido,
terminó por ser solo una quimera.
En pocas horas,
la sangre inocente
manchó la conciencia de hombres
que han jurado trabajar por los hombres,
de hombres que juraron respetar
el bien común, antes que el interés personal.
La Patria en mil pedazos,
los discursos y las arengas violentas
marcaron el gran final,
los triunfadores alzan los brazos
y ordenan la venganza fatal,
los aparatos del Estado se someten
y acatan sin chistar,
los perdedores, los que han muerto,
los que sufren la violencia,
los desvalidos, los olvidados,
solo miran sin poder hablar.

La Patria en mil pedazos,
desperdigada y dividida,
es fácil comida,
para los que a río revuelto saben pescar.

La Patria en mil pedazos,
porque sus ciudadanos
no han podido luchar
por un Estado soberano,
por un modelo de paz,
en el que seamos responsables
y podamos trabajar
a pesar de la diferencia de clases,
de colores y de lugar.
La Patria en mil pedazos,
así… no puede caminar,
el discurso del odio y la violencia
ha triunfado de verdad,
la intolerancia la lleva
por los caminos del mal.

El modelo de la violencia,
está presente y es difícil de cambiar,
porque es el modelo fácil,
es el modelo que no requiere esfuerzo,
es el modelo que parece ideal,
si algo no te gusta, si algo no te agrada,
se cambia sin pensar:
si eso afecta a otros, si eso es bueno de verdad.

La patria en mil pedazos,
que se han roto de a poco,
a fuerza de descontentos,
por la suma de exabruptos,
por la acumulación de odios,
por los discursos mediáticos,
cargados de resentimientos,
a cada segundo, a cada hora,
en cada día, en cada semana,
en los últimos años de nuestras vidas.

La Patria en mil pedazos,
y seguimos buscando a los perdedores,
a los culpables y a los derrotados,
seguimos alimentando el odio
y la división entre los ciudadanos.

La Patria en mil pedazos,
requiere sanar las heridas
restaurar el perdón,
recuperar el amor propio,
el interés por el bien común,
los valores fundamentales de la vida:
el honor, el respeto, el valor,
la tolerancia, el esfuerzo… el amor.

La Patria en mil pedazos,
y seguirá así por muchos años
mientras nosotros, los ciudadanos,
sigamos así, buscando en otras manos,
la responsabilidad que es nuestra,
nuestro compromiso y nuestro esfuerzo,
por ser mejores cada día.

La Patria en mil pedazos,
porque buscamos la paja
en el ojo del otro,
y olvidamos la biga,
en el propio.

No pidas tolerancia si no toleras,
no pidas respeto si te irrespetas primero,
no pidas cambios si haces siempre lo mismo,
no digas Patria, si no la construyes desde dentro.

La Patria en mil pedazos,
no es momento de enfrentarnos,
es momento de levantarnos
y sabernos hermanos,
diferentes pero hermanos.

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