Siento pena,
al mirarte Libertad,
desfilar atada
como si fueses libre,
pues ante la gente
parecieras alegre
pero no es cierto,
la que tienes
es una sonrisa dibujada
por la mano del comandante
del que da las órdenes
del que escribe el discurso,
del que decide qué historia
es la que se contará a los niños,
el que dispone el ánimo de la gente,
el destino de los que son
y de los que no son, también.
Libertad hoy mas que nunca,
cuando se proclama tu triunfo,
cuando más se habla de ti,
es cuanto más ausente te siento,
como si estuvieses lejos,
como si hubieses muerto.
Libertad, lloras por nosotros,
los que nos creemos libres,
en el espacio que queda
entre los barrotes de la vida.
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