lunes, 13 de agosto de 2007

Renuncia Cindy Sheehan


Mientras unos la consideran poco menos que una santa, otros piensan de ella que es una oportunista. Ahora bien, lo innegable es que Cindy Sheehan es una de las 1.800 madres de soldados estadounidenses que han perdido a sus hijos en la guerra de Irak. Sheehan, quien culpa directamente al presidente Bush de la muerte de su hijo, ha pasado de la noche a la mañana de ser una anónima mujer a convertirse en todo un símbolo para los descontentos con la guerra, revitalizando el debate sobre la presencia de EEUU en Irak. El detonante de este cambio fue la decisión que tomó el pasado 6 de agosto de instalarse ante el rancho que el mandatario estadounidense tiene en Crawford (Texas) para tratar de conseguir que éste la reciba y así poder solicitarle el retorno de los militares de Irak.

Luego de largas jornadas de activismo, envía su renuncia cuyo texto es como sigue:

"My retirement from the Antiwar movement".

"Mi dimision del movimiento contra la guerra"

by Cindy Sheehan.**


Esta mañana del Memorial Day he llegado a unas conclusiones que me rompen el corazón. Lejos de surgir del momento, estas reflexiones son el resultado de un largo meditar de mas o menos un año. Las conclusiones a las que lenta y reaciamente llego, me rompen el corazón.


La primera conclusión a la que he llegado es que fui la niña mimada de la izquierda, eso sí, mientras mis criticas se limitaran a George Bush y al partido republicano. Fui, desde luego, difamada y calumniada por la derecha como el "instrumento" del partido demócrata. Esta etiqueta que me colgaron no tenia otra finalidad que marginarme a mí y el mensaje que enarbolaba.¿ Cómo puede una mujer tener un pensamiento original, cómo puede trabajar fuera del sistema "bipartidista" establecido?


Sin embargo cuando medí, al partido demócrata, con el mismo rasero, el apoyo a mi causa empezó a erosionarse. La "izquierda" comenzó a calumniarme igual que hacia la derecha. Supongo que nadie me prestaba atención cuando decía que la paz y la muerte sin motivo, no son un asunto de "derechas o de izquierdas" sino de "lo que está bien y lo que está mal".


Estiman que soy una radical porque pienso que los partisanos políticos deberían estar a la izquierda de la izquierda cuando cientos de personas mueren en una guerra basada en mentiras, apoyada de igual forma por demócratas y republicanos. Me deja perpleja que gente que ve las razones de una manera preclara y que son capaces de apuntar hacia las mentiras, las malas interpretaciones y las convenciones políticas con la precisión de un rayo láser, se niegan a reconocerlas en su propio partido. La fidelidad ciega al partido es peligrosa, venga del lado que venga. El resto del mundo nos ve a nosotros, a los americanos, como una broma porque permitimos a nuestros líderes políticos un ámbito de libertad que resulta asesino. Pero está claro que sino buscamos alternativas a este sistema bipartidista corrupto, nuestra republica representativa será reemplazada por algo en lo que lentamente se está convirtiendo, sin ningún tipo de control o equilibrio: una tierra baldía, corporativa y fascista. Me demonizan porque cuando miro a una persona no veo su afiliación política o su nacionalidad, sino sólo su corazón. Alguien que aparenta, viste, actúa, habla y vota como un republicano, entonces, merece apoyo sólo porque se hace llamar a sí mismo demócrata?


También he llegado a la conclusión de que si me llaman "puta mediática" por lo que hago, entonces quiero estar comprometida de verdad. He invertido todo lo que tengo para traer la paz y la justicia a un país que no desea ni lo uno ni lo otro. Si un individuo desea ambas cosas, normalmente él o ella no se prestan a mucho más que a participar en una manifestación o a sentarse detrás de su ordenador para criticar a los demás. Me he gastado hasta el último centavo que obtuve del dinero que un "agradecido" país me dió cuando mataron a mi hijo, y desde entonces cada penique que recibí por hablar o por los honorarios de libros. He sacrificado un matrimonio de 29 años y he viajado durante largos periodos de tiempo lejos de los hermanos y hermanas de Casey. Mi salud se ha resentido y las facturas del hospital del verano pasado (cuando estuve a punto de morir) se han acumulado porque he usado toda mi energía intentando evitar que este país hiciera una carnicería de seres humanos inocentes. Me han llamado todos los nombres despreciables que se le pueden ocurrir a una mente estrecha y he sido amenazada de muerte muchas veces.


Sin embargo, la conclusión más devastadora a la que he llegado esta mañana es que Casey ha muerto por nada. Su preciosa sangre derramada en un país lejos de su familia que le ama, asesinado por su propio país, sostenido y dirigido por una máquina de guerra que controla incluso lo que pensamos.


Desde que murió, he intentado darle un sentido a su sacrificio. Casey murió por un país al que le importa más saber quién será su próximo ídolo televisivo, que cuántos más serán asesinados en los próximos meses, mientras demócratas y republicanos juegan a la política con vidas humanas.


Para mí, es tan doloroso como saber que apoyé este sistema durante años y Casey pagó el precio de mi lealtad. Le fallé a mi hijo y eso es lo que más me duele.


He intentado también trabajar dentro del movimiento pacifista que a menudo pone los egos individuales por delante de la paz y de la vida humana. Este grupo no trabajará con este; yo no iré a ese evento si esa otra persona va a estar allí; y además, ¿por qué Cindy Sheehan acapara toda la atención?


Es difícil trabajar por la paz cuando el mismo movimiento está tan dividido.


Nuestros valientes jóvenes han sido abandonados en Iraq por sus cobardes líderes, que les manejan como peones en un tablero de ajedrez de la destrucción. Y los iraquíes han sido destinados a la muerte con una fatalidad peor que la misma muerte, por gente más preocupada en las elecciones que en las personas. Pero, en cinco, diez, o quince años nuestras tropas volverán cojeando a casa debido a otra abyecta derrota más, y en diez o veinte años los hijos de nuestros hijos verán a sus seres queridos morir sin un motivo, porque sus abuelos también apoyaron este sistema corrupto. Bush nunca será impugnado porque si los demócratas escarban demasiado, puede que se encuentren con unos cuantos esqueletos dentro de sus propias tumbas, y así el sistema se perpetuará en la perpetuidad.


Me llevo lo que me queda y me voy a casa. Me voy a casa para cuidar, como madre, de los hijos que han sobrevivido y voy a intentar recuperar algo de lo que he perdido. Intentaré mantener y alimentar algunas relaciones muy positivas que me encontré en el viaje, obligada por la muerte de Casey e intentaré reparar a los que se han derrumbado desde que yo empecé esta obstinada cruzada, para intentar cambiar el paradigma que ahora, me temo, está esculpido inamovible, inflexible y rígidamente en mendaz mármol.


El campamento Casey ha conseguido su propósito. Está en venta. Alguien desea comprar cinco preciosos acres en Crawford, Texas? Consideraré cualquier oferta que sea razonable. También parece ser que George Bush se mudará de allí pronto…lo que le da un valor añadido a la propiedad.


Esta es mi carta de dimisión como la "cara" del movimiento antibélico americano. Este no es el final de la partida porque nunca dejaré de ayudara los pueblos que han sido dañados por el imperio del bueno y viejo Estados Unidos de América, pero he terminado de trabajar dentro y fuera del sistema. Este sistema se opone con fuerza a ser ayudado y fagocita a las personas que intentan ayudarlo. Me voy antes de que me consuma totalmente a mí, a la gente que amo, y los recursos que me quedan.


Adiós América… no eres el país que amo y finalmente me he dado cuenta que sacrifique lo que sacrifique no podré convertirte en ese país a no ser que tu lo quieras.


Ahora decides tú

** Tomado del grupo Género y Paz América de Yahoo

No hay comentarios: