viernes, 11 de julio de 2025

El triunfo de la mediocridad (y de la estupidez)

Siempre hay una gran demanda de nueva mediocridad. En cada generación, los menos preparados cuenta con el mayor apetito

Thomas Bailey Aldrich

Como si no bastaran

los fenómenos naturales,

muchos, causados por el hombre,

como si no bastaran digo,

la mediocridad

y su prima hermana, la estupidez humana,

triunfan en diversos espacios,

en diversos momentos, 

en diversos tiempos,

en distintas condiciones.

Atendiendo quizá, 

a esa constante demanda

de nuevas mediocridades

de nuevas estupideces,

que nos entretienen

y nos transforman

en bestias humanas

que defienden,

no la vida, no un territorio,

no un presente, peor un futuro.

Defienden a mediocres,

a discursos mediocres,

acciones mediocres,

propuestas mediocres,

representaciones mediocres

y en su gran mayoría

verdaderamente estúpidas.


Si no,

cómo se entiende,

que los mediocres gobiernen,

en diversos niveles y entornos,

en lugar de que gobiernen

los más y mejor capacitados.

Cómo se entiende

que los mediocres y los estúpidos,

sean los que constantemente,

tienen el poder para desgobernar,

generar caos, división,

y destruir una realidad

que es de y para todos.


Cómo entender,

que se repitan,

las mismas actitudes corruptas,

estúpidas y mediocres,

ante grandes, o pequeños,

problemas de una sociedad,

que al final paga la factura

y a la vez se fractura

ante un poder

y ante una estructura

mediocre, estúpida y corrupta.

El triunfo de la mediocridad,

nos debe alarmar,

nos debe incomodar,

nos debe levantar,

nos debe molestar,

al punto de actuar,

de dejar hacer y dejar pasar,

porque lo otro,

nos puede llevar a pensar,

de que esa supuesta incomodidad

ante la mediocridad

y la estupidez humana,

es algo que nos sirve

para parecernos preocupados

y molestos con una realidad,

cuando la verdad es: que nos da igual.


Ojalá,

esto no sea lo que nos merecemos,

esta suerte de abandono,

burla , descaro, incompetencia,

mediocridad y estupidez humana.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo Roberto , la mediocridad y maldad pululan por todas los lugares donde caminamos y los admiramos , pero hay algo paradójico, la gente que se da un halo de intelectualidad también falla.