Tu mirada se aclarará solo cuando puedas ver dentro de tu corazón.
Aquel que mira hacia afuera, sueña; aquel que mira hacia adentro, despierta
Carl Jung
Es un viaje,
para el cual no hay venta de boletos.
Un viaje que no tiene fecha,
no tiene hora, no tiene acompañantes,
un solitario viaje que puede,
o no puede llegar.
Un viaje sin promoción,
sin descuentos.
Un viaje que se puede rechazar,
si no se quiere viajar.
Para algunos: una oportunidad de vida;
para otros: un viaje sin importancia.
Para muchos:
un viaje del que nada se conoce.
Es un viaje al interior del corazón.
Un viaje donde encuentras tu interior.
Un viaje donde llegas a mirarte,
tal como eres, con defectos,
con virtudes, con miedos,
con deseos, con historias,
con recuerdos, con inconsciencias,
con aspectos de tu vida
que preferirías borrar
y botar a la basura.
Un viaje donde los recuerdos,
sobre todo aquellos borrosos,
se aclaran y donde comprendes,
algunas cosas que dan origen
a miedos, temores, anhelos y deseos.
Llegado el viaje,
y una vez en el trayecto,
puedes mira afuera y soñar
en cambios que ojalá sucedan.
O, puedes despertar,
entender el viaje
y aprender a viajar,
contigo mismo,
entendiendo con el tiempo que,
con aciertos y errores
lo que puedes y debes mejorar
eres tu.
Lo demás son efectos,
de lo que hagas o dejes de hacer…
en y con tu viaje.
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