La muerte y su ritual no descansan,
solo hacen una pausa,
para empezar otra vez.
Los ciclos, o se cumplen,
o se interrumpen,
dando paso
a una especie de procesión,
de momentos y hechos,
que anteceden y acompañan el morir.
Pensé que el tiempo
haría las cosas más fáciles,
pero enterrar a tus muertos,
será siempre un momento,
que se llena de sufrimientos.
Guardas las cosas,
pensando en que la muerte,
no regrese tan pronto,
y tienes miedo de descubrir,
cuando será su próximo retorno,
mientras la gente entre cafés,
abrazos, lloros y lamentos,
recuerda que la vida
es tan efímera,
así dure como cien años.
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