La libertad de prensa,
lo mismo que todas las libertades, tendrá sus inconvenientes, tendrá sus
peligros; pero con todos ellos es preferible a la tranquila placidez del
despotismo, como decía Tácito.
Jose Maria Vigil
Día de la libertad de
prensa,
día en el cual,
opositores y
defensores,
se enfrentarán
nuevamente
en una lucha de ideas y
acciones,
por una prensa libre,
o una prensa impuesta.
Las ideas en el papel,
las opiniones en el
papel,
las noticias escritas,
la capacidad de
escribirlas,
la manera de hacerlo
y la forma de
organizarlas,
todo ello,
dio origen al concepto
prensa.
Tras ello,
surge la forma y la
manera
de regular su
funcionamiento
su ética, su
direccionamiento.
La prensa ha jugado,
y juega aún
un rol importante en la
sociedad,
por su influencia,
por su capacidad de
influir
en las mentes y
corazones de sus lectores.
La prensa ha servido al
poder,
al político de turno,
al empresario que la
financia,
al pensador que la
influye,
al delincuente que la
presiona,
al ciudadano que le
lee.
Es verdad,
ha pasado una serie
de situaciones
complejas.
Si de libertades
hablamos,
la prensa ha sido presa
de las ideas y las
acciones.
Pero eso no es todo,
la prensa también
ha sabido enfrentar al
corrupto,
al poder en todas sus
formas,
ha sabido defender la
libertad
o la lucha por la
libertad de la humanidad.
La prensa ha hecho
frente con palabras,
lo que otros dicen con
violencia y balas.
La prensa se ha
convertido,
en un actor fundamental
de las relaciones
sociales
y del progreso de una
sociedad.
Por ello,
mas que callarla,
mas que acosarla,
demandarla o
enjuiciarla,
hay que ayudarla a
cumplir su rol social.
Porque tan presa es la
prensa,
que sirve al empresario
deshonesto,
como aquella que sirve
al poder
que la financia y
atrapa sin miramiento.
Tan presa es la prensa
que calla,
ante la injusticia,
aquella prensa que
cambia
el sentido de los
hechos,
de las palabras,
que destruye el honor
de las personas.
En este día,
más que ataques,
más que
cuestionamientos,
más que amenazas
la prensa necesita
replantear sus horizontes,
volver al amor del
principio,
para lo que nació,
al servicio de la
verdad
y de toda la humanidad.
No es libre la prensa
que
sirve a un señor,
es libre la que sin
miramientos
camina siempre en pos
de la verdad,
por más dolorosa que
esta sea.
Por una prensa libre,
de ataduras e ideas
extremas,
por una libertad de
prensa,
que devuelva a la palabra
el poder para encontrar
la verdad,
y defender la vida y la
humanidad.
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