No es necesario que digas nada,
entre tu y yo las palabras sobran,
porque el diálogo nuestro es la pasión,
aquella que nace del abrazo,
del beso bolado, del beso intenso,
de tomarnos la mano,
de caminar como si hubiese nadie ni nada.
No es necesario que digas nada,
tu corazón me lo dice todo,
aún cuando duermes,
aún cuando estás callada.
Es una especie de octavo sentido,
que al final es el primero
porque sin tu amor muero
poque sin tus besos me pierdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario