Te escribo,
desde un rincón del olvido,
casi a punto de morir,
casi a punto… de dejarlo todo.
Te escribo,
porque es lo que creo saber hacer,
porque no hay otra forma
de decir las cosas,
de expresar en palabras,
que mi corazón está en llamas.
Te escribo,
desde un rincón de tu olvido,
desde un pasado perdido,
desde un presente sin sentido.
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