Casi pierdo la sonrisa,
y la capacidad de mirar el día.
Casi pierdo la esperanza,
y la capacidad de amar
las cosas bellas de la vida.
Casi pierdo la confianza,
y la posibilidad eterna,
de saber que somos capaces,
de conquistar la tierra,
de construir un proyecto de vida,
a la altura de nuestra infinita existencia.
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