Y el rencor,
empieza a recorrer tus venas,
alimentado por el silencio,
por la lejanía y el error.
Y ese rencor,
es una especie de concreto
que fragua el amor
y lo envuelve en hielo.
Y ese rencor,
te quema el corazón,
y lo hace de piedra,
escondiendo el perdón.
Y ese rencor,
te hace olvidar,
que naciste para amar,
a esos seres que amas,
que puedes perdonar,
que no hay cosa mas grande
que perdonar lo que amas,
que perdonarte y avanzar.
Y ese rencor,
te borra de un plumazo,
la sonrisa del rostro,
la alegría del corazón,
y la esperanza del alma.
Déjalo,
abandónalo,
esa no es tu carga,
esa no es tu cruz,
el rencor es yerba mala,
te daña el corazón,
te seca el alma.
No esperes más,
sal a la calle y abraza,
a esa persona que amas,
y no la perdones,
no tienes nada que perdonar,
solamente amar.
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