Si das la luz para encender la vida de tu hermano,
en ti brillará más esplendorosa
Albert Schweitzer
Debe convertirse
en una forma de vida.
En nuestra forma de vida,
el ser solidarios.
No es necesario
una fecha del calendario.
Apoyar, apoyarnos,
cooperar, dar la mano,
ayudar sin otro interés
de que quien recibe
transforma su felicidad
en la nuestra.
Si se convierte,
en parte de ti,
ser solidarios,
no es una actitud
de un momento determinado.
Entender
que las personas son
ellas y sus circunstancias,
y que junto a ellas
se construye
proyectos sociales,
familiares y de futuro.
En ese mundo
de diferencias totales,
aprender a aprender
a buscar un beneficio común.
Aprender y enseñar,
ese propio aprendizaje.
En ese mundo,
entender,
que esa misma solidaridad
es para cada uno.
Un regalo que nos hacemos
en primera persona
y que nos permite también
cuidarnos para cuidar,
protegernos para proteger,
entendernos para entender,
amarnos para amar.
Siempre,
en un ejercicio
de no perder el sentido,
de no perder la noción,
de no alejarnos
de la mayor realidad posible
y que,
a pesar de las alegrías
de las derrotas,
de los triunfos,
de los desafíos
y de las frustraciones
somos la suma
de aquellos pasos de la vida
que nos hacen más humanos.
Siempre,
no solamente ahora: solidarios.
Siempre,
no solamente ahora: agradecidos.
Siempre,
no solamente ahora: comprometidos.
Siempre,
no solamente ahora: desear lo mejor.
Siempre,
no solamente ahora: que cuenten con nosotros.
Siempre,
no solamente ahora: cargar en nuestro corazón
aquello que nos enamora,
anima, alegra, motiva e inspira.
Siempre,
siempre un renacer,
incluso cuando nuestra voz calle,
porque seguirá hablando
nuestro corazón,
al corazón de los otros.
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