En vísperas de un nuevo año sería muy grato decirles que todo será
fácil; desgraciadamente no es así.
Salvador Allende
Los calendarios y las fechas,
tienen esa particularidad,
recordarnos algo que sucedió,
que sucede o sucederá.
Suelen evocar también
una especie de borrón y cuenta nueva,
una suerte de promesas,
de autoevaluaciones,
alegrías y también depresiones.
Al final resultan también,
una oportunidad,
para intentar cambiar,
ajustar, corregir o mejorar.
De un día para el otro es difícil el cambio,
porque el cambio es algo que sucede
cuando hacemos algo a diario,
cuando hacemos del cambio una costumbre,
una costumbre para ser mejores.
Y ser mejores
no para que la gente
nos vea y nos lo diga,
un cambio, porque así lo necesitamos,
así nos realizamos,
así nos convertimos
en mejores seres humanos,
y si somos así,
inmediatamente beneficiamos
a todos los que servimos,
a todos con quien convivimos,
a todos los que amamos.
Una oportunidad,
¿cuántas veces en la vida las buscamos?,
y también: ¿cuánto hacemos por encontrarlas?.
Una nueva oportunidad
es una pizarra en blanco,
que se escribe con la tiza de la experiencia,
con la voz del corazón,
con el color del alma.
Oportunidades van y vienen,
y muchas veces
desperdiciamos el momento
de hacernos con ellas
y trazar nuevos rumbos,
aunque esa sea siempre
la naturaleza humana
que tropieza s con la misma piedra
y pide una oportunidad
para esquivarla.
Nuevos días trae el nuevo año,
nuevos retos y oportunidades,
viejos anhelos,
eternas esperanzas,
infinitos deseos,
profundas desgracias.
Con todos esos ingredientes
habrá que hacer de la vida,
un dar vida a las oportunidades.
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