Asisto al entierro,
de una parte de mi vida,
y me doy cuenta,
con dolor sincero,
que era una vida querida,
una vida, que dejé de vivir poco a poco,
pero que la llevo en el alma.
Asisto al entierro,
y solo yo,
me doy cuenta de ello.
Quizá piensan
que no me divierto,
cuando la verdad…
es que estoy muriendo por dentro.
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