Partieron hacia oriente,
con una acacia en la mano,
y dejaron esta tierra,
y dejaron…
dolor y extrema tristeza.
Partieron juntas,
madre e hija,
dos luceros, dos amores,
dos eternas flores.
Partieron hacia oriente,
así lo quiso el destino,
y también el Padre Divino,
que adelanten el camino,
y que desde el oriente eterno,
iluminen los corazones
de sus amados caballeros.
Partieron juntas,
y casi nos vamos con ellas,
porque el dolor atrae,
invita a iniciar el viaje.
Partieron juntas,
y juntas estarán,
en el corazón de sus amados,
en el recuerdo de días pasados.
Partieron hacia oriente,
y su partida,
es dolor inhumano,
es tristeza eterna,
es soledad, es llanto,
es esperanza,
de volver a verlas,
en el oriente eterno,
en los segundos de los minutos,
en los minutos de las horas,
en las horas de los días,
en los días de las semanas,
en las semanas de los meses,
en los meses de los años,
en los años de la vida,
en la vida cargada de años.
4 comentarios:
TAF. Eres extremadamente bondadoso hermano
Un abrazo Jeamil... en tu interior está la fuerza que necesitas para guiar y sacar adelante esos dos retoños que Dios te regaló.
Querido Roberto, hoy son 5 años de tu publicación, cada vez la entiendo mejor, parece que es como el vino que se añeja... los recuerdos que emergen en forma de esperanza. GRACIAS hermano, te aprecio y admiro en sumo grado. TAF
Recuerdos que son esperanza... un fraternal abrazo de regreso
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