A veces, el silencio es la peor mentira.
Miguel de Unamuno
Hay un silencio,
que invade el ambiente,
como aquel que deja a su paso,
la boca amordazada,
los labios pegados,
la lengua cortada.
Hay un silencio cómplice,
que nace del abuso del poder,
y que es un dejar hacer,
“mientras a mi no me afecte”.
Hay un silencio en el aire,
que camina por las calles,
y que acompaña a todas partes,
al tren de la impunidad,
al asesino de la libertad.
Hay un silencio que otorga,
Patente de Corzo,
para que el poder
haga lo que le de la gana de hacer.
Hay un silencio violento,
que mira a otro lado,
mientras el abuso y el descaro,
izan su bandera de triunfo,
mientras tienen en su puño,
a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad.
Ese silencio violento,
calla las bocas de muchos,
y deja hablar a unos pocos,
a aquellos que construyen
una historia forjada,
unos héroes de barro,
unos dioses falsos.
Hay un silencio inexplicable,
de unas voces que antes,
salían por cualquier cosa a las calles,
a reclamar derechos,
a exigir cambios…
hoy esas voces se han ido,
parece que se las ha comido,
el silencio inexplicable.
Hay un silencio cómplice,
que cierra los ojos,
frente a la mano que peca,
frente a la mano que paga,
frente a la mano que recibe,
sobreprecios, mentiras y coimas,
y que hacen a poder inexpugnable.
Hay un silencio en el aire,
que contamina el corazón,
que adormita a la razón,
que acaba con la ilusión,
que somete al tesón.
Un silencio que apresa,
poco a poco nuestras lenguas,
y nos hace cómplices pasivos,
de una historia,
que ojalá pase algún día
al cajón del olvido,
pasando antes,
por nuestros ojos ciegos,
por nuestros corazones sin cielo,
y aprender de una vez por todas,
que los poderes en la tierra,
no son asuntos divinos,
que rendir cuentas,
que respetar los derechos,
que amar al prójimo,
no son solo frases buenas,
que son retos para la persona,
y la sociedad en la que mora.
Hay un silencio que duele,
que le quitó a la palabra
la fuerza de su razón,
y la belleza de su pasión.
Un silencio que envuelve,
poco a poco la mente,
con la mordaza de la mentira,
y la presencia de la violencia,
que se sienta cual reina,
en el trono mas alto,
para decir sin desparpajos,
que hay otros valores
para vivir juntos,
y que son el sometimiento,
el silencio y la violencia.
Hay un silencio,
de tanta gente inocente,
de tanta gente ignorante,
que ignoramos un futuro,
de silencios dominantes,
de silencios impuestos,
de silencios ensordecedores.
Hay un silencio…
que se nos lleva la vida,
que se nos lleva la ilusión perdida,
que se nos lleva hasta el aliento.
Un silencio,
que parece haber llegado
para quedarse a vivir…
entre nosotros…
por mucho tiempo.
Hasta la próxima
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