Cuando menos lo esperas,
tu corazón se ha roto
en tantos pedazos
como espinas se han clavado.
Roto el corazón,
la respiración agoniza,
el pulso se desanima,
el alma de frío tirita.
Y creías que no era posible
que lo tratarían bien
a ese corazón que tienes
que aunque trizado
latía por un amor escaso.
Roto el corazón,
agoniza, nada a un puerto,
quizá de paz,
quizá de comprensión,
quizá de un fraternal amor
que le ayude a curarlo,
a pegarlo de apoco.
Un puerto para descansar,
el corazón roto.
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