No dejes de mover
tus ojos y tus caderas.
No dejes de tener
sueños ajenos,
y besos a manos llenas.
No dejes de estar
sentada en mi ventana,
iluminando mi noche
olvidando algún reproche.
No dejes de amar
los detalles,
las caricias,
los besos,
las delicias
de un amor
que no acaba…
que nos desborda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario