miércoles, 29 de octubre de 2008
Adormitados... adormilados
Adormitados… adormilados,
así nos encuentra la vida,
tras dos años y más,
de campaña política,
y amenazas sin parar.
No alcanzo a comprender
el poder de la ilusión,
el poder del ilusionista,
el obrar de la sinrazón.
¡Malditos!... aquellos,
que nos dejaron la vida en soletas,
que hipotecaron el futuro,
que se lo robaron todo,
que ahora… piden perdón.
Malditos porque de su siembra,
nacen a diario esperanzas
de una nueva vida,
alimentadas día a día,
por la prensa y la televisión,
con subliminales mensajes,
con promesas del mañana mejor.
¡Ay de quién se oponga!
¡Ay de quién tenga otra idea!
¡Ay… de quien pida cuentas!
… es en ese momento
en el que la libertad acabó,
porque no tienes derecho a disentir,
porque si dicientes eres pelucón,
es decir, eres un pobre desgraciado
que no merece atención.
Tienes por tanto que creértelo todo,
e ir en contra de tu razón,
debes confiar o confiar,
no tienes otra opción.
Contradicciones funestas,
cuando la Patria se supone de todos,
no hay espacio para la oposición.
Y no hablo de aquellos
deslegitimados, taimados,
hijos de la mentira y el error,
hablo de nosotros,
de la gente normal,
que tiene ideas,
que quiere opinar,
que no comprende
el porqué nos cerramos al mundo
y nos entregamos de par en par,
a lideres cuestionados
del ajedrez político internacional,
que nos gastamos la plata,
en campañas sin cesar,
mientras la inseguridad avanza,
y los precios imparables en todo lugar.
Que no comprende,
el secuestro de la justicia,
de aquella llamada constitucional,
¿cuántas veces se quejaron de aquel pecado?
¿no persiguen ahora a quienes negociaron
o por asalto se tomaron los tribunales de la capital?,
entonces… ¿por qué ahora es legal,
lo que antes era inmoral?.
Pasan los días,
pasan los años,
adormitados estamos,
cansados de tanto pensar,
cansados de preguntarnos
¿por qué nos tuvo que pasar?.
Y se viene entonces…
otra lid electoral,
banderas, afiches, promesas,
del verdadero cambio nacional.
Todos quieren salir en la foto,
junto a su líder nacional,
que les garantice los votos,
y muchos años de prosperidad.
No importa el futuro,
para eso habrá tiempo,
no se puede esperar.
¡Despierta!,
¡actúa!
¡piensa!
¡medita!
Sé un ciudadano de verdad,
que no te cuentes cuentos,
exige, participa,
deja de ser el espectador tradicional,
nuestro tiempo es hoy,
es ahora,
no hay tiempo de esperar.
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