Frente al caos, orden,
frente el abuso, dignidad,
frente a la oscuridad, luz.
Los que ofrecieron no cumplieron,
los que anhelaron, se frustraron,
los “de siempre”, preparan la cosecha,
de los frutos de la desesperanza,
del dulce sabor de la victoria… de pocos,
del amargo sabor de la derrota… de muchos.
A empezar nuevamente,
¿quién da más por los votos?,
¿quién desafía el poder galopante,
de la palabra trepidante,
de la campaña agobiante?.
Ojala el poder fuera enfermedad,
y por tanto lejano lo tuviéramos,
ojala el poder no cegara,
no embrujara el corazón,
no pudriera el alma.
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