viernes, 7 de febrero de 2025

Bondad, un placer perdido (y también prohibido)

Cuida bien este tesoro dentro de ti mismo: la bondad. Saber cómo dar sin dudarlo, cómo perder sin arrepentimiento, cómo ganar sin mezquindad

George Sand




En tiempos de manipulación,

ignorancia y desinformación,

poco (o casi nada)

de lo verdaderamente importante

es visible a nuestros ojos,

a nuestro análisis

a nuestra apreciación,

incluso a nuestro gozo. 


Las circunstancias llevan

a personas y a sociedades,

a adoptar un formato de islas.

Lejanos,

desconfiados,

delirantes,

necesitados

y quizá frustrados,

caminan y viven

porque ese mundo está dañado

y nadie lo puede componer.


Mientras a su alrededor

las voces de quienes dicen

representar al poder

repiten, una y otra vez,

que la culpa es del otro,

que solo hay una clase de gente

que puede salvar a la gente

de lo que le hizo la otra gente,

a quienes, por supuesto, 

hay que odiar,

culpar y aborrecer

sin medida alguna.


Pisoteada así,

la bondad y otros placeres

de la condición humana,

pierden sentido la empatía,

la compasión,

la paciencia,

la generosidad,

la tolerancia,

y la gratitud.


Esa vida así,

lejana al respeto,

a la consideración

y a la benevolencia

es la réplica de un ejemplo

que se valida con el tiempo,

donde se mal entiende a la bondad

como sinónimo de debilidad.

Y digo más,

se llega a pensar

que una sociedad bondadosa

o que las personas bondadosas,

son blandas o permisivas,

y carentes de libertad.


Ay, si supiéramos,

(entendiéramos y practicáramos)

como dijo Sábato,

que, en la bondad 

se encierran todos los géneros de sabiduría,

no estaríamos buscando 

en discursos vacíos

cargados de mala fe

y en liderazgos malvados

e inhumanos,

las claves para construir

y reconstruir

un futuro y un presente

tan digno

como dignos son

todos aquellos que pueblan el mundo,

más allá de sus condiciones,

fortalezas y debilidades.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Sabio análisis Roberto , es la amargura lo que hace que el ser humano se vuelva hostil, y desconfiado. , la bondad nos hace flexibles capaz de superar los miedos, , gracias por sus valiosas enseñanzas.