“No hay
secretos para el éxito. Este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y
aprendiendo del fracaso”.
Colin Powell.
Sin pensarlo detenidamente,
quizá dejamos pasar el presente,
que es la antesala de un futuro,
donde pasaremos el resto
de nuestras vidas.
Sin pensarlo,
detenidamente,
muchas veces
dejamos que ese futuro llegue
por que sí,
porque debe llegar,
porque no queda otra opción,
porque parece que así sucede,
porque quizá es mejor
que lo piensen otros.
Y, sin pensarlo,
llega ese futuro,
y lo vivimos por vivir,
sin haber puesto nada
para que nos pertenezca
-de alguna manera-,
para que nos sirva de algo,
para que sirve de provecho.
Probablemente no actuamos,
porque podríamos fracasar,
porque quizá nuestras ideas,
no son las mejores, desde nuestro punto de vista,
porque quizá es mejor dejar hacer,
y también dejar pasar.
Alejamos y matamos,
un espíritu,
una actitud de emprendimiento,
que está allí,
porque internamente,
siempre hay un anhelo
por días y mundos mejores,
por una mejor vida,
por un mejor futuro.
Quizá no emprendemos,
o dejamos de emprender,
y también de innovar,
de romper esquemas,
de pensar diferente,
de dejar de hacer lo mismo
y hacer algo nuevo,
sin miedo al fracaso,
o a que te llamen loco,
porque dedicarse a eso,
implica mucho trabajo,
horas de estudio,
horas de pensamiento,
horas de preparación,
horas y horas de intentos,
que son fracasos,
pero a la vez…
antesala del éxito,
preparación para el triunfo.
Nos suele pasar,
que cuando nos enteramos,
de un nuevo negocio,
de un nuevo emprendimiento,
de una nueva idea exitosa,
de una nueva forma
de vivir la vida,
de manera digna y enriquecedora,
pensamos y decimos:
¿por qué no se me ocurrió a mi,
si parece tan sencillo,
sin parece tan poco complejo?.
Lo que no sabemos,
o quizá no meditemos,
es que esa persona,
o grupos de personas
que han hecho algo exitoso,
que son mas felices,
que han logrado hacer algo diferente,
han dedicado tiempo y esfuerzo,
y que siguen dedicando su vida,
por hacer algo diferente,
incluso en la peor crisis,
incluso en las condiciones más adversas,
porque es ahí,
en los malos tiempos,
donde nacen las ideas buenas…
lo importante es estar despierto,
manteniendo el cerebro prendido,
el corazón latiendo,
y el alma iluminando el camino.
No hay tiempo de quejas y lamentos,
peor aún de conformismos,
como dijo el poeta:
“No nos atrevemos a
muchas cosas porque son difíciles,
pero son difíciles
porque no nos atrevemos a hacerlas”.
Lucio Anneo Séneca.
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