Época de promesas,
de arrepentimientos,
de excesos,
de disgustos,
de depresiones
y de amores impuros.
Época de esperanzas,
de promesas -reales y baratas-,
de ilusiones abstractas,
como si no hubiese otra
en que podría prometerse algo,
como si fuese solo hoy,
la época perfecta
para renovar las promesas,
sobre todo... las incumplidas.
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