Se suponía,
que me tocaba
enseñarte cosas,
las mas sencillas,
las mas complejas.
Y entre que pensar,
entre que analizar,
el que se sentó
ante tu pizarrón
fui yo.
Me has enseñado,
la sencillez,
el amor profundo,
pero sobre todo
el buen abrazo,
y el beso sincero.
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