Quienes se llenaban la boca
de quejas y preocupaciones
sobre tantos desgobiernos
desorganizados y tragones.
Quienes denunciaban
la trincha, la troncha,
las aplanadoras legislativas,
las componendas de esquina.
Quienes exigían austeridad,
prudencia en el obrar,
conectarse con la comunidad
del entorno internacional.
Esos hoy son quienes
se gastan a manos llenas,
la poca plata que nos queda;
son quienes han organizado
una función legislativa,
totalmente sometida;
son quienes han obtenido
del poder electoral,
la autorización permanente
para hacer tabla rasa de la moral;
son quienes están manchados
de sospechas insospechadas,
por amistades poco claras:
narcotraficantes y terroristas;
son quienes, sin pensarlo dos veces,
ponen en riesgo las relaciones
de nuestro país con el mundo desarrollado
a pretexto, dicen, de defender
nuestra imagen, nuestra soberanía,
dos conceptos que ellos mismos
han botado a la basura.
¡Mentirosos y falsos!
¡Desgraciados e inhumanos!,
eso son de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario