jueves, 27 de diciembre de 2018

Los santos inocentes


El 28 de diciembre nos recuerda
lo que somos durante los otros 364 días del año
Mark Twain

Hoy, día de los santos inocentes,
el santoral cristiano,
recuerda el pasaje bíblico,
en el que el rey Herodes,
ordenó asesinar a niños,
menores de dos años,
con la malhadada esperanza,
de que muera entre ellos,
el llamado Rey de los Judíos.
Todos los que murieron,
por orden del rey ese día,
serían recordados
como los santos inocentes.

Un simbolismo,
que traído hasta nuestros días,
nos invita a reflexionar,
que los inocentes,
que la inocencia,
tiene mucha actualidad,
y que nada tiene que ver,
con las bromas que se suelen gastar,
por tradición y costumbre cultural.
Hoy los inocentes son,
aquellos que obligados
por los dictadores de turno
y por los fascistas en el poder,
deben dejar su tierra,
su historia, su casa, su futuro
y su memoria,
y empezar a recorrer,
kilómetros de sufrimiento,
kilómetros de agotamiento,
kilómetros de humillación y abandono.

Hoy los inocentes son,
los enfermos  que sufren
que agonizan y que claman,
por salud y medicamentos,
por respeto y dignidad a su enfermedad,
y que solamente reciben,
las migajas de gobiernos,
que han descuidado por completo
el apoyo e inversión
a todo personal de la salud,
a todo los que significa salud,
favoreciendo a las mafias inhumanas,
que se enriquecen del dolor ajeno,
vendiendo medicina falsa,
y robándose el dinero
de los aportes de la seguridad social.

Hoy los inocentes son,
los niños que pasan,
no solamente en navidad,
sino todo el año,
su vida en una cárcel,
acompañando a sus madres,
y aprendiendo de todo,
menos a soñar, estudiar
y sentir que otro mundo
es posible construir.

Hoy los inocentes son,
los niños que mueren,
en la camilla de un oscuro
centro clandestino de abortos,
donde se acaba la vida del inocente,
a costa de alimentar la miseria humana.

Hoy los inocentes son,
los niños que no pueden acceder,
a educación de calidad,
porque hay un Estado imposibilitado
de apoyar al maestro
y al proceso de aprendizaje,
porque la plata se la robaron,
los que se llenaron la boca,
de frases y mensajes,
de una supuesta nueva educación,
cuando en realidad lo que hicieron,
fue llenarse los bolsillos y las chequeras,
de dinero ajeno,
y de dinero del pueblo.

Hoy los inocentes son,
los enfermos y ancianos,
que viven maltratados,
por quienes abusan de ellos,
por su frágil condición,
por estar indefensos,
por no tener voz,
por no poder decir lo que piensan,
lo que sienten… lo que quieren.

Hoy los inocentes son,
los que son juzgados sin razón,
los presos de conciencia
y todos aquellos que han levantado su voz,
contra los grandes atracos
y los grandes negociados.

Inocentes son los que gritan,
desesperadamente:
¡despierten, por favor despierten!,
mientras observan,
cómo el poder en el poder,
se lleva todo a manos llenas,
mintiendo y repitiendo
una falsa honestidad,
cuando en realidad,
es la continuación del robo,
de los ladrones pasados,
y quizá, por desgracia,
la proyección de los ladrones
del presente.

Inocentes son ellos,
y tantos más,
que no alcanzo a mencionar.

Los que no son inocentes,
son los mafiosos, los delincuentes,
los asesinos, los desgraciados,
los criminales, los fascistas,
los narcoguerrilleros,
los narcotraficantes…
y también, todos los que los apoyan,
y lo que es más… o peor
los que hasta votan por ellos
y los vuelven a reelegir.

1 comentario:

Luz Ivonne dijo...

Que interesante mirada hacia este día querido Roberto. Un abrazo.