jueves, 26 de julio de 2018

El bien común (como ejercicio de la política)


La alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha,
 y no en la victoria misma. (Mahatma Gandhi)

Las sociedades y los pueblos,
viven siempre, en algún momento,
tiempos complejos.
Tiempos en los que la autoridad,
tiempos en los que el poder en el poder,
hace y deshace sin control y con maldad.

Siempre correremos el riesgo,
de ser gobernados por ineptos,
por corruptos, ladrones y asesinos.
En gran medida depende,
de lo que nosotros pensemos de la vida,
de lo que nosotros hagamos en nuestra vida,
de lo que hagamos por los demás,
teniendo en cuenta
que esos “demás” pueden ser,
personas que conocemos, amamos,
o personas que desconocemos o que aborrecemos.

Un ejercicio complejo,
es el de pensar en el bien común,
de desprenderse de lo que queremos,
y empezar a pensar,
en querer lo que beneficia a otros,
o lo que es bueno o mejor para todos.

El bien común,
es la piedra angular
del ejercicio político,
del ejercicio de la política,
y digo aún más:
de la vida misma.
Porque no somos sin los otros,
y los otros, son menos sin nosotros.
Es al final,
una suerte de cadena,
no para detener,
sino para sostener
y llevar adelante la vida,
para jalar,
para poder llevar la carga,
para sostener el peso
que significa el progreso.

Por eso no llego a entender,
por qué entregarle el poder,
al enemigo del bien común,
al asesino de la esperanza,
al traficante de sueños perdidos,
al encantador de serpientes,
al estafador profesional,
al que usa la política,
para su propio beneficio,
y no para el beneficio común.
Esa es una tarea pendiente,
ese es un reto ciudadano,
que logrará educar
al político en el poder,
y le hará saber,
que solamente puede trabajar
por y para el beneficio de la sociedad.

Hacía allá creo,
debemos conducir el esfuerzo:
a que la política sea
por el beneficio común.
Que no lleguen al poder,
los dioses de barro,
y decidan que solamente se hace,
lo que a ellos les gusta,
que solamente se dice,
lo que ellos quieren escuchar,
que solamente disfrutan,
los que a ellos aplauden
y los dejan hacer,
sin rendir cuentas a nadie.

El bien común,
un ejercicio individual,
en beneficio de los demás.
Dejar de pensar en uno mismo,
en los intereses de un sector,
y lo que es peor,
dejar de pensar en robar,
a pretexto de ejercer
cualquier cargo con poder.

Por el contrario,
pensar, sentir y actuar,
por el bien común,
es un acto de humanidad,
de pensar en los demás.

Si eso,
que es tan importante,
para el futuro de todos,
no está en la agenda
de los políticos de turno,
es momento de levantar la voz,
y decirlo sin temor,
de lo contrario deberemos esperar,
que nuevamente se hipotequen,
la esperanza, la alegría y la fe,
por un mundo
y un mañana mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El bien común es un valor ético moral social, puesto que su fin es mejorar la sociedad en que vivimos.
La reflexión realizada es muy acertada, pues este bien ha sido utilizado por demagogos que no tienen el menor conocimiento de lo que es, ni tampoco no lo tienen integrado en su código ontologíco de valores, pues en su historia de vida seguramente vieron a sus antecesores y formadores de su personalidad comportamientos similares que los repiten una ves que tienen poder. Utilizándolo solo para sus fines individuales, generalmente ligados a la apropiación de lo ajeno, para satisfacer sus necesidades de consumo exagerado.
Un buen mensaje, que nos permite aclarar este tema y estar vigilantes respecto a quien confiamos la dirección de la sociedad